Audiolibros LibriVox
El misal rojo
Leído por Alba
Leopoldo Lugones
En la cúspide del inmenso Árbol de la Vida floreciste. ¡Salve, por heroica, celebrada por las heridas que besan amoros…
La dicha de vivir
Leído por Alba
Leopoldo Lugones
Poco antes de la oración del huerto, un hombre tristísimo que había ido a ver a Jesús, conversaba con Felipe, mi…
El espítitu nuevo
Leído por Alba
Leopoldo Lugones
En un barrio mal afamado de Jafa, cierto discípulo anónimo de Jesús disputaba con las cortesanas. -La Magdalena se…
Intervalo
Leído por Alba
Sidonie Gabrielle Colette
¿Te dijeron que durante tu ausencia vivía sola, huraña y fiel, con un gesto de impaciencia y de espera?... No lo crea…
Una salita cerca de la calle Edware
Leído por Alba
Graham Greene Roldán
Fue durante la decimoquinta sesión anual de la Sociedad Gastronómica de Berlín cuando el presidente, Herr Prosit, hizo…
Natación
Leído por Alba
Virgilio Piñera
He aprendido a nadar en seco. Resulta más ventajoso que hacerlo en el agua. No hay el temor a hundirse pues uno ya está en el …
En el insomnio
Leído por Alba
Virgilio Piñera
El hombre se acuesta temprano. No puede conciliar el sueño. Da vueltas, como es lógico, en la cama. Se enreda entre las s&aacu…
Tomás y el desván
Leído por Alba
María Josefa San Juan Estupiñán de Novas
El “Desván” estaba totalmente en silencio, con ese silencio que se va haciendo pesado como si un manto de plomo pesara sobre tu cab…
El velo del templo
Leído por Alba
Justo Sierra Méndez
Era un Jueves Santo por la noche. Habían acabado las ceremonias de la tarde, y tras un día de fatiga y de calor, yo, joven se…
La sirena
Leído por Alba
Justo Sierra Méndez
Desde la popa de uno de los buques de corto calado que pueden acercarse a Campeche, la ciudad mural parece una paloma marina echada sobre …
Silencio
Leído por Alba
Nicanor Bolet Peraza
Hijo mudo de la soledad y del misterio, tú eres el esposo esperado de la noche, el amigo ansiado de los que padecen, de los que n…
El conejito
Leído por Alba
Miguel Hernández
A un conejito se le ocurrió echar a correr. Corría y corría, y no dejaba de correr. Corría tanto que pronto se e…
Un hogar en el árbol
Leído por Alba
Miguel Hernández
Un día Nita vio un nido en el árbol que había junto a su ventana. -¡Toñito! -dijo a su hermano-. Se ve un …
La sepulturera
Leído por Alba
Eusebio Blasco
I — ¡Ahí tienes la cena! Yo no tengo ganas. —Pues están muy apetitosas las chuletas, y el arroz huele a gloria... &ique…
Una cena muy original
Leído por Alba
Fernando Pessoa
Fue durante la decimoquinta sesión anual de la Sociedad Gastronómica de Berlín cuando el presidente, Herr Prosit, hizo…
Unos cuantos tomates en una repisita
Leído por Alba
Efrén Hernández
Mirar no es como ver. Ver, es dejar que la luz obre sobre el dispositivo de los ojos. El que abre los ojos, el que no se los tapa, &ea…
Amor, eternidad
Leído por Alba
Luis de Castresana Roldán
Estaban apoyados en la barandilla mirando la ría. Una ligera neblina se enredaba en lo alto de las grúas, que se alzaban como …
Gloria
Leído por Alba
Miguel Sawa
—Las campanas tocan a gloria. Chiquilla, también dentro de mi corazón están repicando fuerte. Sí; yo he vuelto a…