Audiolibros LibriVox

La petición

Leído por Alba


Jules Renard



En el gran patio de la Gouille, la señora Repin lanzaba a sus aves puñados de grano. Éstos volaban regularmente de la c…

El canario

Leído por Alba


Jules Renard



¿Por qué se me ocurriría comprar este pájaro? El pajarero me dijo: «Es un macho. Espere una semana para qu…

El barco a vapor

Leído por Alba


Jules Renard



Retirados al pueblo, los Bornet son vecinos de los Navot y entre las dos parejas existe muy buena relación. Les gusta por igual la tr…

El picapedrero

Leído por Alba


Jules Renard



Perdone, amigo, ¿cuánto tiempo se tarda en ir de Corbigny a Saint-Révérien? El picapedrero levanta la c…

El agricultor modelo

Leído por Alba


Jules Renard



El combate parecía terminado cuando una última bala, una bala perdida, impactó en la pierna derecha de Fabricien. Se vi…

Suicidio frustrado

Leído por Alba


Alphonse Karr



Cuando el afamado médico estaba haciendo la digestión de la comida, vinieron a reclamar su auxilio para un caso verdaderamen…

Flores de las tinieblas

Leído por Alba


Auguste Villiers de L'Isle-Adam



A Monsieur Léon Dierx "Buenas personas que pasáis Orad por los muertos" Inscripción al borde de un gran camin…

La tortura por la esperanza

Leído por Alba


Auguste Villiers de L'Isle-Adam



A Monsieur Édouard Nieter Oh, una voz, una voz, para gritar! Edgar Poe: El pozo y el péndulo Al atardecer, el venerable Pedro …

La parábola del leproso

Leído por Alba


Francisco Villaespesa



Resplandecían las lejanas montañas envueltas en la polvareda de oro del sol de Nizám. Largas caravanas de camellos se p…

Los gallos

Leído por Alba


Dora Alonso



Al amanecer el mar le entró por la nariz y la boca, estremeciéndolo. -¡Qué salado es, carajo! Probó a move…

La agonía de La Garza

Leído por Alba


Jesús Castellanos



Vuelto a mi playa querida, pregunté por los míos. Mi playa es esa costa chata y riscosa que se duerme en línea temblona…

Bonifacio

Leído por Alba


Miguel de Unamuno



Bonifacio vivió buscándose y murió sin haberse hallado; como el barón del cuento, creía que tirá…

El poema vivo del amor

Leído por Alba


Miguel de Unamuno



Un atardecer de primavera vi en el campo a un ciego conducido por una doncella que difundía en torno de sí nimbo de reposo. Er…

El derecho del primer ocupante

Leído por Alba


Miguel de Unamuno



Cuando nacisteis os encontrasteis con padres que os daban todo lo que os hacía falta: comida, vestido, casa y todas las demás…

La promesa

Leído por Alba


Miguel de Unamuno



Mateo de Zalbidea y Pérez era un hombre como los demás, y no es poco ser. Digo que este Mateo se había enamorado a los…

La carta del difunto

Leído por Alba


Miguel de Unamuno



I Jorge y Juana se querían mucho y se querían desde muy niños. Yo no me precio de saber describir el amor, y así…

Al correr los años

Leído por Alba


Miguel de Unamuno



El lugar común de la filosofía moral y de la lírica que con más insistencia aparece, es el de cómo se va …

Una historia de amor

Leído por Alba


Miguel de Unamuno



II Se respiraba en el casón de Liduvina el aburrimiento de una oscura tristeza. Había en él rincones mohosos, siempre…

El vampiro

Leído por Alba


John William Polidori



Sucedió en medio de las disipaciones de un duro invierno en Londres. Apareció en diversas fiestas de los personajes má…

La puerta condenada

Leído por Alba


Julio Cortázar



A Petrone le gustó el hotel Cervantes por razones que hubieran desagradado a otros. Era un hotel sombrío, tranquilo, casi…

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